martes, 15 de marzo de 2011

Manifiesto ( y otras demagogias bienintencionadas )

Idealismo y juventud. El estrecho vínculo que une estas dos palabras, que se funden como la cera en el fuego del inconformismo, parece disiparse en la bruma de una rutina que ahoga a la actual juventud. Juventud y ausencia de valores, es la máxima con la que dinamitan nuestra creatividad. Hay quien dice que por no tener, no tenemos ni valores a los que oponernos. Irónica paradoja, que la generación con más preparación teórica y más oportunidades (también teóricas) carezca de algo tan necesario e intrínseco al ser humano como son los ideales, los sueños, las luchas utópicas por cambiar el mundo. Se nos acusa de ser vagos, conformistas y desagradecidos. Algunos entonan el mea culpa y se lamentan por habernos malcriado, pues al satisfacer todas nuestras exigencias nos hicieron olvidar el valor del esfuerzo, y el carácter motivador de un “no” como detonante para rebelarse contra realidades injustas. Injusto es este trato. Tal vez no arriesgamos nuestra vida en manifestaciones clandestinas, nosotros no corrimos delante de los grises, ni podemos saber a ciencia cierta qué es sentir realmente miedo por pensar diferente. Pero, cuarenta años después de aquel mayo parisino, seguimos demandando lo imposible. Porque parece imposible encontrar motivaciones vitales sólidas, luchas que valgan la pena, trabajos que se adecuen a nuestra formación, hipotecas compatibles con salarios precarios y ofertas de ocio asequibles para nuestros bolsillos. Pero no perdemos la esperanza. Tal vez el blanco de las protestas haya cambiado, pero el espíritu inconformista permanece. Seguimos teniendo ideales, somos algo más que espejos mal pulidos que reflejan los errores de la generación de nuestros padres. Estudiamos periodismo porque queremos agitar conciencias mediante palabras, congelar realidades a través de fotografías o dos o tres frases apretaditas. Estudiamos periodismo, aun en tiempos de crisis y con un futuro descorazonador, porque sabemos que crisis significa también oportunidad. Estudiamos periodismo porque creemos firmemente que bajo unos adoquines, aún más difíciles de arrancar debido a la especulación inmobiliaria, sigue esperándonos la arena de la playa.



         [Estudiamos periodismo porque seguimos soñando. Este blog sólo pretende ser                                      una  herramienta más para articular y organizar nuestros sueños]

4 comentarios:

  1. Pongamos por caso que he encontrado este blog por casualidad, aunque no sea cierto. Y cuál no fue mi sorpresa al descubrir una persona joven que, al menos aparentemente, le preocupa lo que se opine de nosotros, los jóvenes. Una sociedad adulta que, una y otra vez, prefiere ignorar nuestras exposiciones, a menos que dejen de ser pacíficas. Perfecta excusa para tacharnos con todos esos descalificativos que tan bien conocemos todos. Un verdadero placer descubrir que, tal vez, alguien pueda expresar nuestras inquietudes y perspectivas con buen lenguaje. Suerte con tu proyecto, de verdad

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  3. Dios María, me costó un poco reconocerte, acostumbrada al lalala jeje pero la señorita de Castro tiene voz, y menuda voz :)

    No cambies tu espíritu inconformista que no cabe duda que te llevará muy lejos y sigue poniendo más entradas con tanta fuerza que en nada entras en la lista de Bitácoras jeje

    :D

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  4. grande como tus ideas y como tú, es genial ver siempre la arena de la playa y la oportunidad en la palabra crisis, sigue así porque tu fuerza contagiará esta generación alienada =)
    eres gigante y me encanta!!

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